¿Cómo se suponía que yo lo iba a saber? Si él es el chico más serio y lejano que conozco. Tiene su vida una pizca de un misterio nunca revelado. Si la única forma en que se le ve sonreír abiertamente es cuando al fin gana en una partida de ajedrez, mientras que la seriedad y la tristeza son sus fieles compañeras durante el resto del tiempo.

¿Quince? ¿Y dónde están las otras 14? ¿Las has visto? ¿Puedes conseguirlas sin que se de cuenta que son para mí?

Esas palabras indudablemente son de alguien que ha querido pero que a la vez ha sufrido mucho. ¿Desde hace cuánto tiempo?

¿Y yo qué? No sé; nunca lo he pensado como algo más que un compañero lejano de clase; no me es desagradable, pero sé muy poco de él. Sólo sé que es uno de los mejores estudiantes, que su familia parece ser perfecta (toda familia parece ser perfecta hasta que la conoces, incluso la mía), sé que ama el ajedrez y que está preparándose fuertemente para el torneo del colegio, es bajo de estatura, un poco grueso, cabello negro oscuro y ojos color café oscuro (justo lo contrario a lo que siempre ha sido mí definición de chico ideal), educado, respetuoso y servicial; y ahora, desde hace 15 minutos también sé que está enamorado, y que está enamorado DE MÍ.

¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo actuar ante él? A mis 15 años y medio varios chicos se me han declarado, he tenido 2 novios y a los que se han declarado y no me han interesado les he dicho que no sin ningún remordimiento; pero nunca había estado en una situación así. No quiero lastimarlo pero tampoco sé como actuar.

- “¿estás aquí? Te decía que voy a hacer lo posible, pero dame eso antes de que note que no está”

- “gracias, ojalá podás”

En medio del ruido de los pasillos, y aún secándose las lágrimas que se le habían salido de la impresión y la mezcla extraña de sentimientos que ni ella sabía que esto le había producido, sonó de nuevo la campana; era hora de volver a clases; a la misma aula donde estaría él.