Hoy hace un mes que empezaron las clases; hoy hace un mes que estoy compartiendo con compañeros nuevos; pero de entre todos hay una persona que ha empezado a llamar mi atención de forma especial.

Tu simpatía y tu rostro siempre alegre han hecho que empiece a ver en ti algo más que una chica cualquiera; han hecho que vuelva mis ojos hacia ti y que encuentre en tu mirada la ilusión extra que necesito para venir diariamente a clases y para esforzarme aún más con el fin de que logre hacerme notar por ti.

Tienes en tu cara esa chispa capaz de encender e iluminar todo el mundo a tu alrededor; eres esa claridad tan increíble que se deja ver a mucha distancia.

Cuando estás con tus amigas se te ve siempre tan feliz que fantaseo con que algún día podás estar así de feliz a mí lado. Creo que sin darme cuenta me estoy empezando a enamorar de ti; y aunque es algo que no me hace particularmente feliz; también es algo que no logro evitar.

Eres hermosa y tienes una capacidad maravillosa para hacer hermosos cada uno de mis días lectivos.

Quizás esto nunca llegue a ti; pero al menos tenía que plasmarlo en algún lado porque sentía la necesidad de desahogarme y no hay nadie a quien le tenga tanta confianza como para hacerlo.

Me estoy enamorando y me gustaría que esto algún día pueda ser correspondido; pero mientras tanto me conformo con verte a ti, princesa, en cada una de mis clases iluminándolas con la belleza sin igual de tu rostro.